miércoles, 25 de febrero de 2009
LA MUERTE EN BROMA
Según Freud el chiste es una expresión que encubre deseos inconscientes inconfesables, deseos hostiles o agresivos u obscenos o eróticos, en fin, a través del chiste el sujeto puede hablar sobre algo que de otra manera no mencionaría. El chiste trae consigo la consecución de placer, lo que puede deducirse del hecho que obedece a la satisfacción de la tendencia de hostilidad u obscenidad inconciente. Fácilmente puede observarse, en el chiste, cómo el deseo se realiza, disfrazando la intención para burlar a la censura y vencer la coerción. Y esto mismo parece estar detrás del gusto por caricaturizar la muerte, burlarse o minimizar el temor más profundo de todos.
Según los principios de la Escuela de Psiconomía, la Autoconciencia de Muerte (ACM), la conciencia de ser mortales, es estructurante del aparato psíquico, y ésta es adquirida por cada individuo alrededor de los diez años de edad. De allí entonces que en la pubertad sea tan común el coqueteo con la figura de la muerte, su figura cadavérica es elegida para remeras, pulseras, carátulas de discos, anillos y todo lo imaginable portátil, que vendría a representar para quien la usa una negación de su temor, una expresión de “Yo no le temo a la muerte, fíjate que la cargo encima dibujada en la ropa o en este tatuaje”. Como en el chiste la persona alcanza placer ostentando el poder sobre la muerte portándola encima, disfrutando una ilusión de inmortalidad.La muerte es mujer…igual que la madre que da la vida, todos venimos de una mujer y todos vamos hacia otra mujer (a nivel de calavera no se distingue el sexo, los genitales no tienen esqueleto).
La caricatura exorciza la muerte…
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